Quiénes somos

Tejidos 48 S.L. es una compañía española fundada hace más de 50 años, por Jaime González Plaza. En una primera etapa la principal ocupación fue la fabricación para terceros, y a partir de 1980, este panorama cambia y, con más solvencia y mayores recursos, se inicia una fase de crecimiento apoyada por una producción propia que se acaba traduciendo en la consolidación de una red comercial a nivel nacional.

En los últimos años, tanto mi hermano Jordi como yo hemos recogido con gran orgullo el carácter perseverante, trabajador y valiente de nuestro padre para dar paso a una segunda generación fabril de amor a nuestro oficio que sin duda supone una marca diferencial que nos distingue como empresa.

Desde hace más de 30 años estamos especializados en artículos camiseros, laneros e infantiles, con presentaciones de colecciones muy cuidadas en cada temporada, en armonía con las principales tendencias del ámbito de la moda. Esa mezcla entre producto y competitividad nos confiere la clave para ser una compañía con un recorrido importante, por lo que trabajamos para los principales clientes de camisería y distribuidores de España, si bien en los últimos dos ejercicios hemos extendido nuestra red comercial hacia Europa y el otro lado del Atlántico. Este éxito se ha basado en la agilidad a la hora de resolver cualquier problema productivo que tenga nuestro cliente.

Contamos con unas instalaciones situadas en la localidad barcelonesa de Terrassa, con una superficie total de 7.000 m2 que dan trabajo a una veintena de empleados. Uno de los principales parámetros sobre los que se asienta nuestra filosofía corporativa es que reinvertimos constantemente los beneficios que obtenemos en la modernización de nuestros medios y equipos productivos, hasta el punto de que ninguna de nuestras máquinas tiene una antigüedad superior a los 5 años. De esta forma, creamos artículos más interesantes y competitivos de cara a nuestros clientes, ya que otro de los objetivos de Tejidos 48, S.L. es crecer como fabricante nacional en una época de despoblación textil, en que las compañías recortan sus recursos industriales y apuestan por la comercialización con terceros países.

«Nuestra intención es aportar no sólo diseño y moda al producto, sino también competitividad a partir de unos precios muy ajustados».